El cultivo del azafrán empezó a recuperarse hace cinco años y desde la asociación de productores de azafrán del Jiloca ‘AZAJI’ trabajan para darlo a conocer. El objetivo es conseguir que más gente se anime a cultivar este producto que en unos días empieza a sembrarse.
Durante un tiempo se dejó de producir y solo algunos agricultores a nivel particular se dedicaron a no perder el cultivo de un producto reconocido hoy en día en el territorio nacional, el azafrán del Jiloca. Su gran poder colorante y su aroma lo diferencian de otros azafranes, marcando su calidad.
En la actualidad hay plantadas entorno a seis hectáreas que dependen de una quincena de productores lo que permite contar con bulbos para ir produciendo año tras año. Con lo que hay plantado ahora se podría obtener entorno a 6 o 7 kilos de azafrán, una cantidad reducida pero que a corto plazo podría alcanzar una producción próxima a los 20 kilos. Son necesarias 150 flores para cada gramo de azafrán tostado. Un kilo de azafrán para el productor supone unos 2.700 euros. En venta al público alcanza 5 euros el gramo, 10 si se trata de azafrán ecológico.
Falta de productores
Hace tres años que empezaron a trabajar en la obtención de la denominación de origen sin embargo tras tener parte de la tramitación realizada es necesario cumplir otro requisito para obtenerla: «Hay que tener una superficie suficiente plantada que dé los beneficios necesarios para mantener la denominación, sin embargo en estos momentos con los productores que somos no podemos soportar el coste», reconoce el presidente de Azaji, José Antonio Esteban, quien apunta que sería posible en el caso de incrementarse la producción anual. Para ello se está intentando que haya más gente que plante azafrán.
Desde Azaji procuran cada año asistir a ferias para promocionar el azafrán y darlo a conocer. Una de ellas es la feria internacional relacionada con el Slow food, y que se celebra cada dos años en Italia; además de en esta están presentes en ferias locales como es el caso de Teruel Gusto Múdejar o en las de carácter nacional con el fin último de lograr que se reconozca la calidad del producto.