El libro “Mejora Integral del Cultivo de Azafrán del Jiloca” pretende impulsar el producto en Teruel

Buscar en el blog

Categorías

Buscar

Buscar en el blog

Buscar

Categorías

TERUEL, 22 May. (EUROPA PRESS) -El libro ‘Mejora Integral del Cultivo de Azafrán del Jiloca’ recoge parte de “un ambicioso proyecto” para la mejora e impulso del azafrán de Teruel. Esta iniciativa ha sido llevada a cabo por un equipo pluridisciplinar de investigadores especializados en áreas como producción vegetal, sanidad vegetal y economía agroalimentaria.

“El azafrán era un cultivo importante hasta hace 35 años, pero ha desaparecido en prácticamente toda España menos en Castilla-La Mancha. Lo que pretendemos con este proyectos es sentar las bases para una posible recuperación del cultivo”, ha explicado el jefe de la Unidad de Producción Vegetal del CITA, José María Álvarez, en declaraciones a Europa Press.

En este sentido, ha comentado que la superficie actual de la zona del Jiloca (Teruel) cuenta en la actualidad con unas seis hectáreas en las que se produce azafrán. Esta pequeña extensión comercializa prácticamente todo lo que produce vendiéndolo a restaurantes, superficies ‘groumet’ y ferias, pero “a unos precios que doblan el precio del mercado, por ello son rentables”.

Esto se debe a que el azafrán del Jiloca se produce de forma natural, “sobre todo el método de secado”, y lo que también se plasma en el reconocimiento de la ‘C’ de ‘Calidad’ con el que cuenta el producto. Por ello, el proyecto trata temas sobra la mejora y el desarrollo de las técnicas de cultivo para optimizar la producción.

Basándose en esto, Álvarez ha señalado que se debería “impulsar y proteger el azafrán a través de la Denominación de Origen”. “Hay características en este productos a nivel molecular y químico que puede diferenciarlo de otros azafranes, con esto de podrá crear una D.O.”, ha expuesto.

En lo que se refiere a comercializar el azafrán de forma más global, el investiagador del CITA plantea, principalmente, dos problemas: competitividad y producción. Aunque el azafrán de Teruel es “de mayor calidad y más sano” tiene que competir con el iraní que “está más comercializado y es más barato, sobre todo porque los salarios de los trabajadores son más bajos”, ha matizado.

Por otra parte, la producción del azafrán es complicada porque “no se multiplica a través de semillas sino por cromos, lo que hace más difícil aumentar su extensión”. Para solucionar estos problemas, la investigación opta por “mecanizar el cultivo para abaratar costes”.

Este proyecto se encuentra dentro del Plan Específico para Teruel, en él han participado el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad Politécnica de Valencia.

Los científicos han abordado el cultivo del azafrán en el Jiloca desde sus diferentes disciplinas; mejora genética, biología molecular, tipificación, protección de cultivos, comercialización y economía.